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Inicio 2019

  • Foto del escritor: Carolina Rodríguez
    Carolina Rodríguez
  • 4 ene 2019
  • 3 Min. de lectura

Empezó el conteo de este 2019 y sé que muchos aprovecharán esta semana para realizar sus propósitos, ponerse metas, cambio de hábitos, entre otras cosas que hacemos a principio de año.


Estos primeros días los he empleado en algo de descanso y también en organizar algunas cosas de mi empresa, ya que a veces por el volumen de trabajo no queda tiempo para hacer tantas cosas que tengo en mente. Del año anterior quisiera hablar poco o nada, ya que aprovechando este tiempo de cierre de ciclos, ponerse propósitos y demás, he tratado de dejar muchas cosas atrás y emprender nuevos retos y sueños, sin embargo, a pesar de qué tengo esos nuevos sueños para este 2019, decidí tomar un riesgo… “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.” Dijo en algún momento de su vida Albert Einstein, pues para los siguientes 361 días de este año, NO pienso en enfocarme en mis metas del mismo modo en que lo hice años atrás.


En estos días me llego una palabra que decía algo como; no enfocarse en las metas, sino que en este tiempo nos atreviéramos a dejar nuestra historia en manos de Dios porque ÉL puede reescribirla. Esto fue algo que impacto mi corazón, porque se trata de dejar nuestra vida en manos de Dios, permitir que ÉL haga planes para nuestra vida y no ajustar a Dios a nuestros planes.

Honestamente tengo mucha expectativa de ello, ya que casi siempre he sido una mujer que desea tener todo bajo control, y pues dignamente ¿a quién le gusta que las cosas se salgan de sus manos?. Pero lo que sucede, es que nosotros no tenemos el poder de controlar TODAS las cosas, eso es un poder que solo lo tiene Dios, si bien es cierto que nosotros tenemos libre albedrío, también es cierto que podemos permitirle a ÉL que intervenga en nuestra vida, ya que sus planes son de bienestar y no de calamidad.


Así que algo de lo que me propuse en este tiempo, es permitirle al Señor que me guíe y escriba mi historia en todas las áreas de mi vida, por supuesto, algo que le he encomendado mucho, además de mi hogar, mi vida y mi familia, es mi emprendimiento y aunque a veces se ponen difíciles las cosas, tengo la confianza en Dios de que él me ayudará y estará conmigo como lo ha hecho antes. Uno de los grandes desafíos de ser independiente, es que tus finanzas dependen de cómo le vaya a tu proyecto, de lo que logres vender, de lo que logres hacer. Soltarse a esa independencia económica requiere una alta dosis de fe y DEPENDENCIA de Dios, claro está que también dependerá de tu acción, de tu determinación y disciplina.


A veces esta la falsa creencia de que al ser independiente tienes TODA la libertad del mundo, pero por el contrario, lo que yo he aprendido es que MÁS te tienes que esforzar, MÁS te tienes que comprometer con las personas, con tus colaboradores, contigo y con tu trabajo, MÁS que antes, te tienes que capacitar, MÁS que antes, tienes que luchar y sobre todo tienes que CREER!!!



Anímate y pon tu confianza en Dios en lo nuevo que te hayas propuesto para este 2019, sin embargo, también permite que Dios haga planes para tu vida y tú no planifiques tanto lo que Dios tiene que hacer para ti. Emprender, en el área que sea, NO es sencillo, si quieres empezar un noviazgo, un matrimonio, ser padres, una carrera, un proyecto, en fin, lo que sea que quieras emprender en este nuevo año, déjame decirte que va a probar de que estás hecho, te lo dice una persona que empezó un emprendimiento hace tres años y literalmente se le ha quemado el pan, o mejor dicho, la torta en la puerta muchas veces.


Las circunstancias van a querer derrumbarte muchas veces, lo sé. Pero quién me ha sostenido y me ha permitido no desfallecer en el intento, no es alguien distinto a DIOS, y sé que a ti tampoco te dejará. Y aunque que, no estoy ni siquiera e la mitad del camino, he aprendido demasiadas cosas que me han obligado a tener un corazón de acero inoxidable y decirte que no te dejes derrumbar, que sueñes y luches por lo que quieres emprender, porque aunque no sea fácil, tampoco es imposible y con determinación se llega a donde quieras llegar, el límite es el cielo. Así que animo en lo que quieras empezar este nuevo año, camina de la mano de Dios y aunque las nubes no te dejen ver las estrellas, estás no dejan de brillar en el firmamento!



 
 
 

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© La Receta de la Vida by Carolina Rodríguez

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